Encuentro otoño en tus ojos
y la primavera en tus labios
que invitan al paraíso cálido y húmedo.
Con un palíndromo en la cintura
y muchas metáforas al cuerpo,
quiero oler tu piel
y cabalgar-tiene todo el día
para que te deseo
y muchas más cosas también.
Te tocaré, te comeré
y te penetraré hasta el fondo
del alma y allí grabaré mi nombre,
porque te quiero
y muchas más cosas también.
Algún día no entendí
el aviso de tus labios
y ahora todavía no entiendo
por qué silencio empieza por sí
y nosotros empieza por no,
cuando debería ser al revés.
Durante este silencio autoimpuesto
me brotan las palabras
y te dedico casi todos los días .
Cuando nos unimos
y nuestros cuerpos se funden
y entrelazan me doy cuenta
que tú y yo somos como onda
y playa, voy y vengo lleno
de agua y sal, te quiero llenar
a cada sacudida.
Tú y yo somos
como la letra y el apóstrofo,
como la letra y el apóstrofo,
como la cabeza y el sombrero,
como el lápiz y el sacapuntas,
como la taza y el churro,
como la carta y el sobre.
Como Antonia y la fuente.
como el lápiz y el sacapuntas,
como la taza y el churro,
como la carta y el sobre.
Como Antonia y la fuente.
Tú y yo somos como dos versos
y la poesía apenas comienza.
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